Una gran via, de hace 50 años de los miticos Navarro y Rabada (aunque creo que juntos solo abrieron los ultimos largos)con la firma de los ascensionistas de epoca; pocos seguros y roca de aquellas de tocar, mirar, volver a tocar y volver a mirar.
Sabado 29 de mayo del 2010. 06.00 de la mañana, suena el despertador y sin pereza ninguna, me levanto. Los trastos ya estan en la furgo. Paso a buscar al otro lado de la cuerda: Oscar; buen amigo, vivido y analitico, montañero de los de antes, con la experiencia acumulada y con las ganas de los de ahora. Un friki-hipi encerrado en las carnes de una persona responsable y seria.
A la Norte del Puro Maestro; me dice nada mas entrar en la furgo, pues a la Norte Maestro, le contesto. Risas y anecdotas, ademas de charradas del como y por que de nuestras vidas y sin darnos cuenta ya estamos en Riglos. Alli esperamos a Pilar, que con su buen humor y lengua incansable, nos hara mas amenos esos diez largos que tenemos por delante. Vas tu de primero hasta la entosta del torreon??? Si, claro, como prefieras. Dicho y hecho; me pongo a trepar a las 09.15 de la mañana por la entrada directa a la Normal del Puro. A esas horas, sin calentar apenas y con la adrenalina a tope, ese largo se me hace precioso; alejes interesantes en los que en los primeros seguros, que no estan cerca del suelo precisamente, si te caes, picas suelo pa siempre. Segundo largo, gigual de bonito y continuo, tercer largo, de paso, cuarto largo, la conocida cueva; doy el paso, me lo pienso y sin ganas de apretar mas de la cuenta por lo que nos queda por arriba, acero y salgo triunfante. Quinto largo; ya en la Norte, pasos con roca precaria y asegurados con algun parabolt nos situan en la vertical de la Norte. Miramos hacia arriba y tragamos saliva. "Oscar, te toca majo" Pues alla que va sin pensarlo. China chana, va pasando los clavos viejunos, los cordinos de 3 mm de algun puente de roca y sin mirar atras para no ver la ostia que el espera si se cae, llega a la reu con cara de felicidad. Asi se van sucediendo los largos; muchos metros, poco seguros, la roca enla mayoria de los largos es buena, aunque algunos tramos son de "uiuiuiuiiii" Ultimo largo; la entosta ni tocarla, casi ni mirarla no vaya a ser que se enfade y nos tire alguna piedra, que por piedras no sera. Al rato de estar en la reunion, suena le grito de alegria de Oscar, Pilara se asusta por que cree que se esta cayendo o se le ha roto algun tusco como mi cabeza y viene irecto a nuestros cascos. Yo la tranquiliozo y le digo "no te preocupes, es el maestro, que ha vencido a uno de sus fantasmas"
Llegamos arriba con un aire de la leche y nos disponemos a preparar los rapeles. Me toca a mi (como siempre) el preparar y salir primero. Llevo las cuerdas en pistoleras, colgando del arnes, por que hace mucho aire y nos da miedo que se enganchen en algun saliente. Primer rapel, segundo rapel, solecico, tercer rapel, mas sol, cuarto rapel y ya en el suelo, miradas de confianza y de agradecimiento mutuo. "nos tomamos unas cañas''" Lo siento Pilar, pero en Zaragoza tengo otro reto ineludible; volver a retomar mi vida.
Ya en Zaragoza, a la noche, recapacitamos sobre lo acontecido, en la roca, en nuestras vidas, en el mundo. Recapacitamos junto a otro loco escalador, himalayista, mediatico y tan loco como unos que se subieron a una piedra solo por el placer de llegar arriba y mirar.
Que como acabamos la noche??? .... vinagre, mucho vinagre.
Asti queda aixo
Chabi